La luna
atrapa este sentimiento,
ahora
huero
que el
sol radiante dejó escapar…
Y son
tus pestañas la sonrisa imaginaria
de unas
cejas arqueadas
de unos ojos en soledad.
La
palabra, la palabra callada,
amarga y
doliente
de una
boca titubeante, cerrada y creciente.
Es tú
rostro ayer florecido,
la
camisa descolorida dándome la espalda,
desencajado,
ya moribundo de sentido,
obedeciendo
a la mente arruinada
en los
pensamientos del ayer…
Tú
caminar perdido en los sentidos,
caminos
invisibles,
bandoleros
asaltando un corazón
ya
pobre,
angustiado
en la desesperanza.
Pasos
dolidos crujiendo la hojarasca de la separación.
Ya no
estoy y, tú marchas
benditas
las horas junto a ti
los
soplos de brisa enamorada
Y el
candil de luces,
íntimos de nuestro sentir…
*José
Manuel Salinas*
D.R.
Ayer fue amor,y siempre lo sera en la memoria,los finales mejor vivirlos sin dolor y sin angustias a veces dificil lo sé.
ResponderEliminarEsa despedida final de tu poema es una maravilla,ya no estoy y ,tú marchas... que placer leerte poeta.Un beso