Cállate y no digas nada,
deja que hable tu mirada,
consiente que esos ojos
enuncien más que tu boca sacra
y, que las
palabras broten como luces mágicas
en este crepúsculo
cárdeno de oculta calma…
Calla...deja que sea el
sentido profundo quien emita sonido.
tú, no digas nada…
Te contesto y, fue ayer
cuando…
Me distraje en mis
pensamientos, confusos abiertos
agobiado el respiro,
aire viciado en lamentos
hasta que la noche me
pudo, dormido el cuerpo
inerte tapado, cerré los
ojos…
El sentido fiel, me llevo
a los confines de mis sueños
tan avivado y,
consentido, tan despierto,
le hablé de tú a tú al
destino, sin miedo
valentía de hombre hecho
por derecho.
Aquí es liviano el
dolor, de tus dudas y celos
despreocupada la mente,
acariciando los silencios
desvestiré al corazón de
pesos, en un juego consentido
de dos almas en su
destino, amor infinito…
Despertare en la mañana
del todo igual,
ya despojado de la noche
y, un recuerdo vivido
te hablaron mis sueños,
desde los confines
con boca cerrada,
soñando en real…
Calla...deja que sea el
sentido profundo quien emita sonido.
tú, no digas nada…
*José Manuel Salinas*
D.R.
Y ahora que te digo yo,que me dejaste sin palabras,que maravilloso poema , que manera de acariciar los silencios y dejar que hable el alma poeta , me encantó.
ResponderEliminarYo sigo callada disfrutando de este poema en sueños,gracias.
Un beso.