sábado, 27 de agosto de 2016

ANSIADA PRIMAVERA




Abrazar sin la seguridad cómplice,
es el abrazo de lo temerario y,
atenazar lo prohibido.

Al oír tu voz…
-imagino escuchar el eco de mi desvanecido nombre-
El adormilado brillo de mi sangre se agita.
Mil pensamientos, como torrentes vivos
escapando al raciocinio…
te idealizan y te buscan.

Mi cuerpo, ahora en alerta,
rejuvenece de savia.
Igual que ese olvidado árbol
apartado y solitario,
que espera su ansiada primavera.

Cuando te tengo cerca
quiero buscar tus ojos.
Verme reflejados en ellos.
-Saciar el anhelo de tantos años,
dar luz, a una necesidad cegada en mi silencio-

Cobardía del momento,
mi vista desvía la mirada,
temerosa de lo incierto.

Abrazar sin la seguridad cómplice,
es el abrazo de lo temerario y,
atenazar lo prohibido…

Se matiza mi sangre,
las aguas llegan mansas.
Se hace otoño y,
la savia espesándose
vuelve a dormir…

*José Manuel Salinas*