Sensible seducción

TANTO Y MÁS.


 


Beso la rosa en su pétalo,
evitando las verdes espinas.
Tan despacio…
como la prisa engañada de un ayer.
Tan limpio…
como la patena de alto precio sin estrenar.
Tan pegado…
como piel húmeda a cálida carne.
Tan sincero…
como el cómplice pensamiento de mi voz.
Tan jurado…
como alto es el juicio ante el Altísimo.
Tan eterno…
como la energía universal creadora del mundo.

Sincero es mi amor, tanto amor, por ti…


*José Manuel Salinas*

TROCITO DE TI





Acariciaré de una sola vez
el misterio puro, oculto de tu alma.
Todo.

Palpando con la requerida suavidad
(sedas propias de mi oriente), mimándote,
como mullida y deseada es la caricia
de una primaveral nube azul.

Dedos imaginarios, comprometidos
con los de unas manos bañadas de vida.
Exponiendo tu luz,
rostro escondido e inmaculado,
a este cegado humano
de tu amor, sumiso prisionero.


Esculpiré tu alma en lo profundo
(recogida en la adversidad de la ilusión,
amargura de lo sempiterno)
Fiel reflejo de un igual,
imantada junto a la mía.


Un solo cuerpo
de una misma vida.
Un solo amor, abrazado.



*José Manuel Salinas*


BESANDOTE




Degusto el carmín pegado a tus labios
como una parte fiel desprendida de ti,
saboreo la sustancia agradecido, dócil,
brillando y tan quieto…
-como el perro lame al dueño ante la acaricia-


Está mi boca contagiada, hirviendo en deseo,
fluidos trasvasados en eléctrica onda corta,
movimientos acompasados, una sola lengua vivípara,
engranaje perfecto, sin fugas.

Ya no hay freno, no te retienes…
No me detengo y te beso.

Aparece la danza oculta de las manos,
la música del gemido, la noche y el día,
el abrazo sentido, en un baile sin igual de la caricia madura.
Tiemblan las piernas, los ojos se cierran.


Y los cuerpos se dejan llevar sin peso,
al compás de una sola melodía,
de una única ilusión, dirigidos, bendecidos
con la batuta del deseo, en un solo amor…


*José Manuel Salinas*



COMPLICE ENUNCIADO







Sentido a mí es tu cuerpo
en noches de sudor salado.
Demostradas caricias en voz
de unos susurros tenues, debilitados,
encarcelados en un beso apagado.
Ardiente, crecido es mi deseo de
ver tu cálida belleza al natural,
tocar tu piel sin tapujos, dócil, entregada.


De ese dos es uno, misericordia de lo más bendito,
traviesos en locura por dos autorizada, dueños de unas sombras en equilibrio,
juego salino en paladar, en la penumbra de un amor permitido.


En la hora bruja, nuestro cobijo esperado,
salpicada la cama en destellos, tierna visión de luna llena.
Despertando las sonrisas al alba, bañados en la pureza del rocío
de un principio sin final convencidos, embriagados en enunciado satisfecho.

Sentido a mí es tu cuerpo,
en noches hechiceras dominado,
querida, viva tu entrega tolerada,
sin quimeras ni artificios, doblegada.


*José Manuel Salinas*
D.R.






EN TUS ADENTROS



Estoy llorando y no lloro.
Siento, estoy sintiendo como nunca,
sin sentir, llevo un peso tan grande
que no me deja volar y, vuelo…

Pajarillo de lindo plumaje, pico torcido
posado en la rama del nunca jamás,
doblados por el viento, verdes los espinos,
silenciosos, bramando el canto, de aquelarre victorioso

Estoy y, soy yo, sin serlo,
mágicos los colores que me cubren
vestido en  ropajes inexistentes,
hechizo poderoso que me eleva

Y te miro, no soy yo
y,  tú te dejas, sin dejar
y yo te puedo, queriendo
y te mantengo en la fantasía escurridiza de mis dedos,
y gritas desde tus adentros, abriendo el cuerpo necesitado
y no me detengo, ahora soy yo
y, empujo hasta el fondo de tus secretos,
los veo claros, suaves y tiernos, dulce baño en brebaje necesitado.

Y pasado el efecto, terminada la magia,
quedará el pasado, envuelto en la nada;
ni reproches, ni lamentos, los invitados no aplauden
van contentos,  tanto derroche de especial evento…

Aquelarre victorioso, preciado hechizo
cabezas engrandecidas, de un color rojo terciopelo

Y vendrá un mañana de hechizos y brebajes,
de luna quieta, noche oscura, paseando cuerpos gigantes.
Estoy llorando…


*José Manuel Salinas*



ADOLESCENTE




He soñado la necesidad, sí, es posible,
cómo el adolescente imagina sollozando
el quehacer de ese su primer amor,
perdido en la noche, de malsanas intenciones desnudo…

Caricias abandonadas en sensación suave,
finas, pequeñas manos de tacto delicado.
Dando cobijo de vida al arbusto en su estado frágil
creciente grandeza de lo humano, árbol duro y erecto…

Complacencia cubriendo la necesidad en su momento,
relegando el tiempo,  ardiente espera ya fogueando
en pensamientos idos, traspasando las cortinas húmedas de los sentidos,
vivaz está el tronco en su raíz profunda…

Arraigadas sensaciones en explosión sin control,
guiadas en maestría de gozo y placer,
serpentinas con estrellas, luces en destellos,
sonrisa apenas marcada en desangelada cara,
colmada la necesidad en real…

Mi primer amor, mi primer delito de adolescente enamorado,
desnudo de malsanas intenciones y en secreto, te imaginé mía…


*José Manuel Salinas*



DESEO


Márcame la espalda, dominio de tu nombre,
sentir tu fuerza, ver las luces del deseo compartido,
despójame de lo inservible, arrastra con todo,
hazme pío de ti…

Sella con tu lengua cada poro de mi piel,
húmeda calidez intencionada, ojos cerrados
vibraciones efervescentes de un cuerpo entregado,
plenitud humana de lo más primigenio…

Derrocha tu saber acumulado, entre mis piernas arqueadas
haz de tu postura, visión comprometida, preciado alimento,
te siento acomodada en mi boca, servil complacida de tu esencia
fuente eterna…

Sonidos cómplices, gemido animal, fortaleza y ternura por igual,
cama plagada de mil sensaciones, ruedo picado en necesidad…
dureza sentida en dilatada hendidura, querida caricia interior,
suspiros dando vida, cuerpos bañados en calor sin pudor…

Del momento en su ardor, la fusión de un pensamiento
parado el tiempo en un solo cuerpo…

Mente, corazón y amor…


*José Manuel Salinas*



COPADO DESVELO






Ha sido en la noche…

Aquejado en la madrugada el desvelo gritó, necesitado de ti,
acopio de extrema soledad, tan vacío de tu sentir
empapado de un sudor inexistente, en un arder interior
oscura y grotesca ensoñación…

Estabas a mi lado, cual desnuda la luna
de brillante lucero, cálida piel sofocada por el.
Fuego en tu necesidad de compartir, premio de mil estrellas,
abrazándome por la cintura,  prietas tus manos en mi espalda…

Cálida evaporaba la escarcha de mis labios,
al sentir enderezada, la ciega embestida de tu lengua,
y había luz, reflejo lujurioso de dos cuerpos,
blancas las sábanas de sus pliegues encontrados…

Los dedos ágiles respondían, acariciando las laderas de preciado monte,
riachuelo de vida emanando de bosque prohibido, sana la paz
entrando por mi boca, embriágame de tu éter, ser solo uno,
inmensidad indescriptible, traduciendo mi cuerpo al más allá…

Quedaste dormida en mi aparente desvelo,
te suspiraba al oído, cual melodía ardiente y fresca
de  cascada azul sin fondo, respiraste en la fragancia, agarrada
con uñas sin marcar, siniestra sujetada al árbol de fina corteza y sin quebrar…

Bebiste desconsolada como el cachorro en la sabana,
despreocupada de la altura, del momento, de los prejuicios
que son de otros, acomodaste la cabeza
y, exhausta complacida, te dejaste llevar…



Sin saber que era desvelo lo que yo soñaba


*José Manuel Salinas*




ANTE MI DAMA



Ahora, tendido en la cama no me pienso
no me muevo y te siento, calidez de tu aliento.
Abierto estoy de brazos, voluntario de aspas quietas,
y te dejo y, te siento, no me pienso...

Son tus uñas en mi espalda, abriendo el sentimiento,
es tu lengua inquieta de rastro húmedo, la cura experta,
en la rojez de mis carnes, soy el algodón mullido de tu necesidad
el capricho de mi diosa, el sentir querido de mi ama…

Y te dejo y, te siento, no me pienso…

Me haces volar, cómplice baño de sumiso placer,
libido alada en torbellinos sin fin, magia en los dedos,
de calculados giros preciados, angostas piruetas
en gritos prohibidos, sudores callados…

Y me reclamas con voz rota, el deseo como nombre
convulsionando el cuerpo, desnudando el alma
carnes temblorosas, lujuriosos ojos perdidos,
ordenas mi obediencia y te respondo agradecido…

Abriendo de par en par la ventana de tus sentidos,
te cubro con el manto, dureza calida, hasta ahora prisionera
de mi ser…

Y te dejas y, me sientes y, hago de ti mi querer…


*José Manuel Salinas*




Todos los derechos reservados, J.M.S.
Registro de la propiedad intelectual de Murcia.



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