miércoles, 26 de diciembre de 2012

AMIGA FORZADA







-El miedo es la medicina de los vivos,
las tinieblas, su despojo terminal-




Te sientes aliada aún sin conocerme,
solo vagas referencias de lo visto,
noticias de lo sentido en otras pieles,
amiga inseparable de los que se han ido.


Sé que me buscas anhelando el encuentro,
tan vestida en destellos, de una luz solitaria
en cualquier cuarto, en la esquina de una calle transitada,
o quizá, en la cama de sábanas blancas y asépticas de hospital.


Traicionas a los supervivientes, aún desgraciados,
manejando la sombra; el lazo oscuro que acerca,
te aprovechas de las debilidades humanas:
desconciertos, locuras infectadas de desamor,
penumbras que son el vacío solitario del hombre.


Magníficos disfraces de todos los tiempos,
prestados en la ley única de lo cierto;
mil y una careta inimaginable con un solo fin,
la hermandad anacoreta en el más allá.


Yo te busco sin buscarte desde la cobardía viva,
solo imaginando tus intenciones;
pongo barreras a lo inevitable,
retrasando la caída de mi cuerpo
impidiendo la fraternidad con una amistad,
supuestamente inducida, condescendiente y eterna.


La muerte, a veces, es el escape de los desolados
que buscan en ella la compañera inconfundible y soberana
de uno mismo.

Hoy te busco en lealtad, ven y abrázame.



José Manuel Salinas.
D.R