Me castigo en la soledad inducida,
provocada,
por esa falta de apetencia malcriada en
el pensamiento;
no quiero indultarme, no quiero la
compañía dócil
penosa del hombre herido, desgarrado en
los sentidos.
Quiero la paz llorosa de mi marchita
imaginación.
Perderme en los caminos negros, espero,
que sin retorno,
de esos mundo oníricos abultados de
abusos.
Castigos caballerescos, suplicios
marcados por otros.
Quiero ser sumiso sin proteger de locuras
prestadas,
que el día sea noche, donde el dolor sea
amigo…
Palparlo con la mayor intensidad, luna
privada y justiciera
dominante sin descanso de una extenuación
desvergonzada.
Deseo que la locura perdure en mi tiempo,
esclavo de la sin razón.
Crear el habitad cadavérico del silencio;
anarquía mortecina del cuerpo,
malcriar al intelecto en lo más sucio,
reventar sin pudor.
Quiero ser el loco con el dedo señalado.
de palabras cobardes en la espalda.
Susurro de lastimeros hipócritas,
benditos de mierda;
gentuza de supuesto bien vivir, sin
coraje y vacíos.
Dejadme en compañía de mis sueños, en
soledad.
De mis viajes desprovistos de manos, pies
y tronco.
Dejar al loco en su espacio de insania
insalubre,
que se divierta como tal y viva como
Dios…
Una tarde haciendo locuras.
*José Manuel Salinas*
Hay que loco jejeje..!! Saludos .. No lo eh visto por allá ??
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