No
valen penosos llantos
fuera
sórdidos lamentos.
La
vida es sencilla muerte,
muerte
traidora de vida.
El
espejo no se empaña,
no
da fe de ágil figura,
extinta
tu fiada luz
no
imita al jurado cuerpo.
Helada
la habitación
en
fría casa vacía.
Místico
el eco abrazado
a
un recuerdo sin presencia.
La
vida es sencilla muerte,
muerte
de nuestras dos vidas.
Insobornable
es el tiempo,
destructor
de lo perfecto.
Soledad
seca de llanto
lamento
sin el olvido.
Te
llevó lejos la muerte
más
yo con la soledad
muerto
sin tu vida vivo.
*José
Manuel Salinas *
Un placer leerte... gracias por compartirnos tu excelente trabajo.
ResponderEliminarComparto encantada con tu permiso.
Reme.
Muchísimas gracias querida amiga, el placer siempre será mio. Todo un lujo.
EliminarBesos desde Murcia.