lunes, 12 de noviembre de 2012

EN MI OTOÑO.






Después de un amanecer pensativo,
engalanada se viste la mañana,
trajeada en acomodadas lentejuelas.
Mil brillos de reflejos naturales
Perlada en su corona con marcadas gotas de lluvia.

Aportando luz, en suaves tonos de gris,
presente está el necesitado rey sol,
en un perezoso dormitar sobre dóciles
nubarrones mecidos por el viento.


Fértil agua otoñal, cristalina bendición
suplicante concedida,
polvorientos, áridos eran los gritos de unos campos secos,
en bienvenida alegría, la diosa madre tierra.

Húmedos están ahora los campos,
cubiertos de unas lágrimas hermanas,
hijas portadoras de alimento, a la avena y al centeno,
frutos crecidos bajo el manto supremo de la vida.


Amor, tú eres lluvia…



*José Manuel Salinas*
D.R.





1 comentario: