Sonámbulo en el día
de un llorar reprimido,
¿a quién le importa mí infortunio?
desencajada la cara, ojos perdidos
Arrastrando vengo un amor
tan preciado, madre mía…
¡¡tan querido!!
Imposible en este tiempo.
De mirada prohibida
silenciadas las palabras
recomidas en mis adentros
Necesidad de su cuerpo,
sus labios, calido manjar
ausente, imaginando la lengua
en
respuesta a mis besos
El vaivén de sus pechos
en desnuda figura terciopelo
sometida sin serlo
a mis lascivos anhelos
Distancia que hace inerte
el deseo corrido de mí pensar,
noche en vela, figurando el encuentro
que no ha de tardar…
Sonámbulo y perdido en el día
con razonado pensamiento…
¿A quién le importa?
*José Manuel Salinas*
D.R.
a ti, te importa
ResponderEliminarasí lo confiesas poéticamente
saludos