No marchites el brillo de mi frente
con las
esquivas palabras de la sin razón.
No dejes de lado
la flor, su fragancia es por ti
sin ella no hay
vida en nuestro jardín, soledad y muerte
No hay más
omisión, que la del que no quiere decir,
no hay más agua
que la que riega nuestro jardín,
no hay más
flores, ni caminos comunes, de tierra fértil,
no hay más, no
hay más… afásico y en espera.
Dejé fluir mis
pensamientos en libertad, fue necesidad,
dejé que
lloraran las sensaciones, desde mi oscuridad,
dejé correr
mundo, velas mis brazos que me traen a ti,
dejé que
bebieras de mi, de todo mi ser y conmigo.
Solo me queda
llorar al pensamiento,
solo siento
desgarros en mi interior,
solo y helado
un corazón, ayer tan enamorado,
solo está mi
querer hambriento, mi alma en su lamento.
Habla con
palabras claras, a borbotones lo que callas,
habla que el
hablar nunca es malo y menos en compaña
habla que mi
entender es amplio y dispuesto,
habla, habla
sin demora que todo sea luz
Háblame amor,
que esta flor y su jardín, solo son… para ti.
Más pasaran cien años.
*José Manuel Salinas*
D.R.
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