Triste humano y
animal, existencia caduca
sollozando una
vida y, no hay vuelta...
Mil caminos anduve,
todos perdidos,
ausencia de
sentimientos, ni míos, ni prestados,
sensaciones de
puertos olvidados
Polvos, barros
inertes que pesan, no se ven
lloviznas de fríos; velos perpetuos y, pisando,
noches de nieve
helada, efímeros recuerdos
con poco jugo en
carne agrietada
Solitario
vagabundo, sin collar,
por sendas negras, yo
perro sin dueño
vista corta de
viaje largo… miedo.
Alma clavada en
piedra alta, sin cruz
sentado en arista
baja, de herida abierta
Bestia de asfalto,
de veredas borrego
como tantos otros,
destino de una vida sin vivir,
azar no buscado
Tirado cual perro
soy... me duermo
*José
Manuel Salinas*
D.R.
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