Tengo la razón dormida
castigo de mis pensamientos…
Y fue ayer en un descuido,
la palabra asomó,
ataviada de daga,
vestida de recuerdos
a mi mente habló…
Campo solitario, heladas sabanas,
cama…
en la que mi cuerpo yacía,
antaño, ruedo de mil correrías
gemidos agraciados, poses impías
lascivas candentes, tu piel y la mía
Ya no queda nada, un mal recuerdo
traído de palabra en una mañana fría
caídos tus cabellos, velo que me cubre
ausente ante tu marcha y,
yo en desgraciado olvido…
Daga afilada, certera,
inerte por muerto
me dejo…
*José Manuel Salinas*
D.R.
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