Domingo de triste cara,
azul en las alturas y,
misal librando de
pecado
a cuerpo sin
pertenencia.
En el silencioso
palpitar,
un corazón le habla a
su pena…
Cegado,
encerrado en un bucle
sin salida
cargado estoy de
amargura…
…Pegado a una
penitencia
de primigenio castigo,
mancha virginal y
adaptada,
a la soledad.
Mañana de domingo,
domingo de mañana
clara.
…Pensamientos,
impregnados de lo más
negro.
Transeúnte de espacios
sin luz,
sobrada amalgama de lo
imperfecto.
Sucio el color de una vida,
apartada, doblegada,
preñada de
extenuación.
Donde el destello que
la ilumina,
proviene del único
cuchillo,
afilada hoja,
de nombre: Tiempo
finito…
Domingo de triste
cara,
azul en las alturas y
flores marchitas,
en tumba sin nombre…
Ya, domingo de pecado…
Valentía de hacer fácil,
la sobrada cobardía
humana.
*José Manuel Salinas*
Domingo de maňana que no quisiera para mí...
ResponderEliminar" Valentía de hacer fácil/ la sobrada cobardía humana":
bestial.
Fuerte abrazo.
Que triste ese domingo y esa imagen.
ResponderEliminarSe palpa la tristeza y me impactan esas lineas.
SUCIO EL COLOR DE LA VIDA,APARTADA ,DOBLEGADA...pero ese
rezumar tristeza lo hace bello.
Vamosss a quitarle al domingo esa cara triste con valentia.
Un beso.
ResponderEliminarQuerido amigo: que triste ese devenir de tanto dolor, un domingo; como tantos días se nos muere tanto lo que más anhelamos, o amamos o soñamos. Te envió un fuerte abrazo desde mi alma a la tuya sabes que es sincero siempre.
besos al alma.