( "Destino" Salvador Dalí )
Cegué el
camino marcado…
Despeche al
destino
borrando sus líneas
marcadas,
anulando la
hombría,
guía,
de su propio tiempo paralelo.
Asumiendo que
es delito no escrito,
y a su
momento, la venganza.
Nadie escapa
de sus garras,
sin pagar por
ello.
Es posible
que mañana
no me llegue
tu luz,
ni el candil ilumine
mi noche más
oscura, más fría.
Sé, que la
cama quedará sin nombre,
la blanca sábana
será tierra de nadie.
No habitará
en ella
el calor bien
entendido
ni la pasión
compartida,
apocada en perturbador
silencio
amanecerá sin vida.
Mi alma se
hallará huérfana de sentimientos,
mi mente, en la madeja de lo abstracto y,
marcada desde
la renuncia al
maltrecho
destino que de ti me separó.
He despechado
al destino,
al sino por
tu presencia,
ni me quejo,
ni me olvido,
solo siento
miedo por la pérdida de tu amor.
Me vendí
con los ojos
cerrados,
enfermo de
esperanza.
Esclavo sin
escudo quedo el cuerpo,
unido a un
joven corazón enamorado…
Ahora ya,
desierto el
camino,
solo y
abandonado
me dejo
llevar a lo eterno,
al oscuro
infinito de su venganza.
Será la
muerte traicionera
la compaña
presta y servil,
el abrigo
frío y desgarrado,
pegado al destino
que un día aciago
de fogoso enamorado...
la espalda le
di.
*José Manuel
Salinas*
Tu poema,es todo sentimientos y renuncias,nunca se puede renunciar al destino pienso,ni a las lineas marcadas,el alma nunca estara huerfana los sentimientos siempre habitan en ella cuando él amor esta presente, no hay renuncias ni ojos cerrados solo esperanza y lucha.
ResponderEliminarHay poemas que los leés y te llegan y otros que te llegan y te emocionan y este es el caso,para mi es un placer leérte amigo.
Besos.
Leerte es enriquecedor y emotivo...
ResponderEliminarUn placer llegar hasta tus versos.
Reme.
de inmenso desasosiego, bellas letras, un abrazo
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