jueves, 28 de enero de 2016

BOCETO DE UN PENSAMIENTO.




Lucha, lucha hasta la extenuación,
por ese no sufrir extraño, buscado,
que no todo ser humano entiende
adherido a nuestro propio ser.


Lucha forzando,
pon nombre a los demonios interiores,
esos que dominan y te guían
con una invitación intransferible
llevado sin negar, al fracaso propiciado.

Incauto imbécil,
supino malgastador de bondades,
necio creído del que todo lo sabe.
Tonto utilizado ante el dolor ajeno,
dócil intelecto avasallado.

Atraes tempestades de lo incierto,
ahogos mortales, desasosiego, destrucción,
creando aspavientos indómitos,
levantiscos castigos justicieros.


Agraciado sublime en tu desgracia
prohibidos redondeos prestados,
exaltados sentidos en fiel alabarda torticera,
fingida por oculta en oscuro pensamiento.


Maldiciones envenenadas,
cubiertas ahora en soledad,
erráticas creencias de tu prójimo,
brillante espejo provisto de palabras nobles,
voluptuosas frases quiméricas.
Tan falsas…


Agudiza el ingenio,
 la pizca que da la razón,
oculta tu falso cesarismo;
disimula en el laberinto llevadero,
no curioso y segundón.
La vida es de cada uno,
no siempre hay que pedir perdón…

 *José Manuel Salinas*
D.R.


2 comentarios:

  1. ojalá nunca debamos pedir perdón,
    un poema glamoroso, un abrazo

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  2. Una lucha contra las tempestades de lo incierto y una lucha para no caér en quimeras de vida, a veces se hace dificil, cierto ,pero como bien dice tu poema la vida es de cada uno y lo bonito seria que nadie tubiera nunca que pedir perdon, en ningun ámbito de la vida.

    Un beso poeta.

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