miércoles, 7 de agosto de 2013

SIN SABER, POR NO SABER.





Lloro en soledad, en el silencio que más duele,
machacando el pensamiento, castigando  la razón,
en un intento vano de convencerme
de unas coincidencias que no existen.

Recurrida cobardía de un roto corazón,
enamorado adolescente, cegado de amor.

Limpio, limpio y, tan perdido…

No encuentro nuestro camino,
la senda de los verdes pinos,
callada quietud de unos trinos
envueltos en noches frescas de blanca luna.

Sudores, espejo húmedo de fervor,
dibujando nuestros nombres,
en el vaho escarchado del jadeo.
Apadrinados los ojos en chispas que brillaban,
bocas cerradas, unión de secretos compartidos
ante la temblorosa estampa de la cercana despedida.


Desazón que me recome en mis momentos,
angustia gritada sin eco,
desorientado agobio
en el silencio que más duele.

Te sé porque estás, mas no por eso dejo de llorar…



*José Manuel Salinas*

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