Las mentiras como bandera inherente desde lo más primigenio,
juramentos cobardes en voz, adoctrinados desde las entrañas,
en un cambiar por hechos las negaciones ocultas.
Dañinas personas de cara lavada en su propio: todo vale.
Al poeta como persona, le duele tal vez…el alma.
*José Manuel Salinas*
Fantástico. Cuánta verdad y qué tierna y duramente dicha (aunque parezca imposible la contradicción). Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Juana por esas palabras, con las que estoy totalmente de acuerdo.
EliminarCálido abrazo.
Espero que tanto el poeta como el hombre estén bien...
ResponderEliminarUn cálido abrazo lleno de cariño
Tanto el que escribe, como el hombre, están bien. Me alegran tus deseos, espero que tu también lo estés, besos.
EliminarLa sensibilidad del poeta lo hace sentir con el corazón, con el alma.
ResponderEliminarInteresante espacio.
Mis saludos.
Gracias por tus palabras y visita a este humilde blog, agradecido por ello.
EliminarUn abrazo.