Acaso la sombra amarga en soledad,
cruel rastrera, solitaria, nos persigue
en el silencio de los días soleados.
Yo, el homólogo de la
verdad
cubierto a cachos de heridas infectadas
con la mentira, propia y ajena, siempre de dos.
Cruzadas las umbrías,
abiertas en
aceras calladas, respetuosas ante la presencia
cierta y pisada de guiados entierros,
única verdad visual y tétrica.
Calles pobladas de dos verdades,
-siempre dos-
Adoquines separados por la calzada
Contrapeso heredado de unas mentiras guardadas.
La amistad pensada, trozo de carne muerta
comida en los rincones negros,
alumbrados por los fríos de la hoja abierta
oxidada navaja en unas manos por la espalda.
Dos verdades, dos falacias y, nada cierto
-siempre dos-
dual la mentira en el creer
un bis a bis, espía de lo maligno.
¿Quién dice la verdad?
Humano infeliz, loco atiborrado
de razones adquiridas por,
quimera vestidas con lazo
adornando el todo lo soy, todo lo merezco.
Tú, dueño de la opacidad
que arrastras los pies a mi igual
sin mirar atrás, que vives con los ojos cerrados
llorando en los embustes ajenos.
Tú, vengador de la nada,
cargador de vacíos simples
clon de sentimientos puros
que te aíslas de las tinieblas rastreras.
a la cual estas encadenado.
-siempre dos-
Tú, ángel desconocido vestido de piel
extiende tus brazos fundiendo la amistad
en noches y días nublados –los nuestros-
pisaremos aun sin resuello
las penumbras cobardes que no se ven
Nada mejor para hacerlo que de dos en dos.
*José Manuel Salinas*
D.R.
Hola juanma,que impresionante ,guau mil veces guauuu...es tanto loq ue podria decir que hoy uff ,me quedo muda .me encanto ,permiteme quedarme con estas lineas :
ResponderEliminaruy no puedo copiarla jaja buen es la ultima estrofa ,precioso me lelgo mucho.besos al alma.