martes, 5 de junio de 2012

UN DÍA CUALQUIERA.





Me abraza la luz del sol
somnoliento, despistado,
embriagado en dulce esperanza
sin miedos ni angustias,
sin reclamo de un pasado
ni tiempo con edad.
Inequívoco estado de flotar en libertad.

Abre su envoltorio la mañana
dejando entrever el aroma de la sorpresa;
atrás, en distancia corta
la noche oscura precinto de boca callada,
ensueños dispares, gemidas voces
no entendibles, sensaciones vividas
en una realidad inexistente, despertar en un
apenas recuerdo…

Acortados los tiempos, lagunas yacentes
simbólico paso terrenal, acotando las
hendiduras en un pasmoso y esperado llenar,
vuelven las sensaciones, no disparatadas
siendo los acertijos de mi malestar

Ya no temo, el dolor fue ayer
en frases tapadas, palabras medidas
insulsas conclusiones sin reflejo
cargadas de disueltas razones.

Atardece en mis sienes, un día más
rozando la inteligencia en la aspereza,
siendo no, por estar equivocado
en la membresía del tu más.

La luna me entiende, sollozo.
Interior cubierto de saber,
templanza en mí pensamiento,
buscando los ensueños de mí sueño
que algún amanecer ha de ser una realidad
existente…

Mutua felicidad


*José Manuel Salinas*
D.R.

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