Estación eterna, aire sin resuello,
Ración proporcionada, cual sinuosa
Estatua fiel, de Venus majestuosa,
Señorial cabida de lo más bello
Norte que se pierde en tu nebulosa,
Icono bendito tu alzado cuello,
Ñoño ya cautivo, al ver tu destello,
Arco iris tricolor de ti orgullosa.
Miel que embriaga un beso nuestro,
Imanta en positivo colmando el ego
Alimento necesitado de mi epicentro.
Mujer, de mi alma castro espliego,
Oráculo de mi destino, el encuentro,
Refugio tan creíble de un amor ciego.
*José Manuel Salinas*
D.R.
Te ha quedado geniallllllllllllllllll, mejor imposible José...es ciertamente dificultoso y gratamente formidable...hala, a seguir escribiendo que lo haces francamente bien. Besos.
ResponderEliminarEs uno de los sonetos mas lindos que haz escrito, mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn placer leer tus letras , mas cuando se ven tan sentidas.
Besos.....de esta parte del planeta....y gracias a este sistema de comunicacion que te trae tan cerca, aunque estemos lejos....hasta pront José
Es la primera vez que leo un soneto, que a la vez sea un acróstico...
ResponderEliminarLe ha quedado GENIAL.
Mía Pemán
Muchas gracias Mía por tus palabras y visita, saludos.
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