viernes, 3 de febrero de 2012

VIDA LABRADA…


Hoy te miro compañero, cuando tus aspas se han  tornado viejas y esta cabeza somnolienta, agradece el sol de media tarde.
Esos campos dorados de infinitos anaranjados,  se comieron con sus encantos la juventud de mis manos y la blancura de tu piedra. Ahora ajados los dos y demolidos. Tu tan cansado y yo medio muerto, me siento a tu vera y te miro como lo que has sido, la sutil presencia de todos mis años.
Cuatro estaciones completas, vientos, soles, lluvias…proezas. Piel agrietada, una molienda perfecta.
Viniendo del sur la brisa y del norte el callado pensamiento, somos viejas glorias venidas a menos.
Ayer envidia de trigos y centenos, abrazados a estas yemas desgastadas y a tu vientre con solera, producíamos la mejor harina para dar de comer a la aldea.
Ya no quedan momentos de labriego y esperanzas, cuando los cantos se redondean y las luces se apagan, cuando la noche no brilla y los ojos se quedan abiertos por miedo a la muerte, recorro mi vida apostado a tu lado y siento que de alguna manera, la hemos malgastado.



*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

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