Brotó la sangre divina,
o por mejor decir,
El icor; que tal es lo
que tienen los bienaventurados dioses,
Pues no comen pan ni
beben vino negro,
Y por esto carecen de
sangre y son llamados inmortales.
Homero, (versos de la
llíada, posiblemente el poema más antiguo escrito)
DESTINO, NUESTRO DIOS
ETERNO
Sangre de dioses,
inmaculado néctar
Veneno terminal en
mortales…
Espada en alto,
bajando la cabeza en sumisa reflexión.
De mis carnes brotando,
fluyendo en espasmos
las ahorcadas
situaciones por pasadas.
Simplezas en apresurado
tiempo,
sembradas con nombre
propio
cual círculo finito
de mí vida temprana,
hora amarga.
Batallas continuas,
bocanadas sin respiro
campos desolados,
perdedores de esta última guerra
eterna desde los
comienzos del tú y yo, ahora vencidos.
Solo un ganador,
invisible traicionero, caprichoso vividor.
De argucias y sorpresas
valiente conocido,
inalterable en su
camino,
privilegio eterno e inmortal,
Dios y dueño de nuestro
destino…
*José Manuel Salinas*
D.R.
"Reflexión"situaciones,perdedores,vencidos,sorpresas y ganadores y quién es el dueño de nuestro destino? importante reflexión amigo y un profúndo e interesante tema para comentar.
ResponderEliminarUn privilegio si es leér tus poemas José Manuel.
Besos
Josema amis,un placer siempre leerte ,das tanto .y mas quiero leerte siempre.supongo cada uno es dueño del destino que va andando con el lapiz dibujando o esquivando. me encanto,besos al alma.
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