lunes, 3 de marzo de 2014

EL BOSQUE DE NOMBRE OLVIDO.





Lloran las ramas del árbol mortecino,
sacudidas por un silencio oscuro
escupiendo como dagas un cobarde hielo
desde los agarrados líquenes con nombre.

Se entrelazan los vástagos,
en una nula supervivencia,
retorcidas por una artrosis casi humana
pierden la condición: el secreto.

Ya no tienen nombradía, ni dan cobijo
a la savia creadora de vida.
Solo mohosos recuerdos sin luz
carentes de esencia.

Vaga sensación apagada
de haber sido el color,
la flor, el sabor y el aroma
de una primavera dorada.


Gimen unidas a su enlutado tronco,
abrazadas en un desgarro sombrío,
pudriéndose lentamente
en la profundidad del bosque del olvido.



*José Manuel Salinas*








No hay comentarios:

Publicar un comentario