Desnudo mi alma ante tu dulce mirada
conscientes los sentidos,
me hago pequeño.
No hay lucha, solo arrojo
sin ganadores, ni vencidos,
misterio de poderoso amor.
Venerando los sentimientos de nuestra fija unión,
abierto en ternura me postro a tus pies.
Entregado mi cuerpo, encontrada la paz,
bendigo el haz de luz que a ti me ha llevado,
céfiro lazo mimético e impoluto
que tan cómplice nos anuda.
*José Manuel Salinas*
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