Has intentando cambiar tus costumbres,
cargándolas de falsa normalidad, astucia tardía,
reflejo vano de unos hechos consumados.
Ayer, cómplices consortes protegidos,
anudados en momentos de fiel compañía.
Luchando en común con un mismo fin,
llama entregada y eterna, en vivezas de amor.
Hoy, amortizadas están las sonrisas,
aquellos cálidos roces al desnudar nuestra piel,
el cobijo real en preciadas nubes de papel.
Hoy no es ayer…
Amor: el perdón está bendecido, legado,
pegado a la valía de unos recuerdos
abiertos en tiempo y, sin caducar.
Hemos hecho distancia de largo camino,
peaje de una continuidad,
tórrido verano de días más cortos,
sofocando la sed de un ayer en amistad.
Amor…
*José Manuel Salinas*
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