Dormitando están mis sueños en el
camino,
largo y tortuoso camino del
olvido.
Ayer, tenía amores, amigos y
hasta nombre.
Hoy, las migajas de mi
pensamiento,
nubarrón de rayo certero,
desde lo alto de un cielo azul
sin pecado.
Mancha oscura penitente
en el largo camino solitario.
Tizón sin apellido será mi
cuerpo,
amargada el alma ya sin luz.
Largo y tortuoso el camino de mi
olvido.
La senda está sola, huérfana,
entre penitentes secarrales.
Castigo sin escrúpulos de un sol
justiciero.
La senda es el trayecto más
corto,
custodiada por mis demonios
disfrazados,
que siguen vivos.
Cobardía de pobre hombre
aferrado a sus recuerdos.
Muerto en vida, haciendo tiempo
por el largo camino del olvido.
Nada es eterno en este juego… que
es la vida.
*José Manuel Salinas*